La inflamación crónica de bajo grado se manifiesta con niveles elevados de ciertos marcadores como la proteína C reactiva, la ferritina y algunas interleuquinas. Con el paso de los años, este proceso inflamatorio se intensifica debido al deterioro de los mecanismos de defensa, como el sistema inmune, y la pérdida de capacidad antioxidante. Tanto nuestra genética como, en mayor medida, nuestro estilo de vida determinan qué enfermedades desarrollamos. Afortunadamente, modificar nuestro estilo de vida puede mejorar significativamente nuestra salud, y la alimentación juega un papel crucial en esto.
Los 5 Alimentos Antiinflamatorios
Frutas y Verduras
Aportan un "papel protector" contra la inflamación. Frutas frescas como manzanas y naranjas, y verduras como espinacas y brócoli, que son ricas en antioxidantes y vitaminas.
Alimentos integrales
Contienen componentes que combaten la inflamación, como los polifenoles. Avena, arroz integral y quinoa. Estos alimentos ayudan a mantener niveles estables de azúcar en la sangre y aportan fibra esencial.
Frutos Secos
Ricos en grasas saludables y sustancias activas que luchan contra la inflamación. Opta por frutos secos sin sal y que no estén fritos. Almendras, nueces y avellanas son excelentes opciones.
Aceite de Oliva Virgen Extra
Contiene antioxidantes y grasas monoinsaturadas que reducen la inflamación.Úsalo para cocinar o como aderezo en ensaladas para maximizar sus beneficios.
Legumbres
Fuente de proteínas vegetales, fibra y otros nutrientes que ayudan a reducir la inflamación. Lentejas, garbanzos y frijoles. Incorporarlos en ensaladas, sopas y guisos es una excelente manera de beneficiarse de sus propiedades.
La importancia de limitar el consumo de sal
La sal, comúnmente camuflada en muchos productos, está relacionada con el riesgo de hipertensión arterial, enfermedad renal y cardiaca. Reducir la ingesta de sal y optar por alimentos frescos y mínimamente procesados es crucial para mantener la inflamación bajo control.
La inflamación crónica es un factor subyacente en muchas enfermedades graves. Adoptar una dieta rica en alimentos antiinflamatorios puede contribuir significativamente a mejorar nuestra salud y bienestar. Priorizar frutas y verduras, alimentos integrales, frutos secos, aceite de oliva virgen extra y legumbres, mientras se limita el consumo de sal, es una estrategia efectiva para reducir la inflamación y promover una vida más saludable.