Esto se debe a que muchas frutas son ricas en vitaminas, antioxidantes y otros nutrientes esenciales que protegen y fortalecen la vista.
Protección de la retina y mejora de la visión nocturna
- Frutas como el mango, el melón, la sandía, el melocotón y el kiwi son ricas en vitamina A, que es esencial para la salud de la retina. Además, contienen betacarotenos, que mejoran la visión nocturna y la capacidad visual para adaptarse a diferentes niveles de luz
- Frutas ricas en antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E, presentes en la naranja, el kiwi, los arándanos, las fresas, las ciruelas y las uvas, protegen los ojos contra el daño causado por los radicales libres, lo que ayuda a prevenir enfermedades oculares como las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad.
Refuerzo del sistema inmunológico y prevención de la uveítis
- Frutas como la papaya, los cítricos (naranjas, limones), la sandía, los arándanos y las fresas son excelentes para fortalecer el sistema inmunológico, lo que puede ayudar a prevenir la uveítis, una inflamación que afecta a la capa media del ojo.
Mejora de la circulación ocular
- Los arándanos son conocidos por mejorar la circulación sanguínea en los vasos capilares de los ojos, lo que es vital para mantener una buena salud ocular.
Regulación de la presión ocular
- Frutas ricas en potasio, como los plátanos, los melones y las naranjas, ayudan a mantener la presión intraocular en niveles normales, lo que puede prevenir el glaucoma, una enfermedad que puede dañar el nervio óptico y causar pérdida de visión.
Mantenimiento de la película lagrimal
- Frutas como la sandía, el melón y aquellas ricas en ácidos grasos esenciales, como el aguacate, son importantes para mantener una película lagrimal saludable y prevenir la evaporación excesiva de las lágrimas, lo que ayuda a evitar la sequedad ocular.
Incorporar una amplia variedad de frutas en la dieta diaria no solo beneficia la salud en general, sino que también es crucial para mantener y proteger la salud visual a largo plazo. Estas frutas aportan nutrientes clave que contribuyen a una visión más clara, a la prevención de enfermedades oculares y al mantenimiento de un sistema visual sano y funcional.