Si no estamos acostumbrados a un tipo de ejercicio o actividad física, al poco tiempo o, como mucho al día siguiente del entrenamiento, notaremos una serie de molestias o dolores en nuestras articulaciones.

Al contrario de lo que puede pensarse en algunos casos, no se trata de una lesión o de algo negativo. Las agujetas se deben tan solo a que hemos realizado un esfuerzo considerable fuera de nuestra rutina diaria.

Existen muchos remedios y trucos caseros para evitar estos dolores, o para acabar con ellos lo antes posible una vez que aparecen. Sin embargo, en la mayoría de casos, si bien se trataría de remedios que no perjudican nuestra salud, pueden no resultar del todo útiles.

Una de las formas más eficaces para eliminar las agujetas se encuentra en aplicar frío a la zona dolorida. Ya sea mediante una ducha con agua fría, o mediante hielos envueltos en una tela.

No obstante, la mejor manera de evitar sufrir agujetas se encuentra en realizar un entrenamiento progresivo, evitar los sobreesfuerzos y estar bien hidratados en todo momento; tanto antes de entrenar, como después o durante el ejercicio.