Correr de forma diaria es una de las mejores formas de acabar con la obesidad, como confirma un nuevo estudio que se ha encargado de analizar los entrenamientos más efectivos contra el sobrepeso. Si bien correr es uno de los ejercicios más beneficiosos para la salud y para controlar nuestro peso, caminar de forma intensa o trotar sería la manera más eficaz para que personas con predisposición a la obesidad puedan reducir su índice de masa corporal.

A través de una muestra de más de 18.000 personas, un nuevo estudio ha analizado la relación entre patrones genéticos y rutinas de ejercicio para descubrir cuáles son las mejores formas de combatir la obesidad. Para ello, también se han usado cinco factores distintos determinantes de esta patología, divididos en índice de masa corporal, porcentaje de grasa corporal, medida de la cintura, de la cadera y proporción cintura-cadera.

Por una parte, se han examinado ejercicios como la natación, el ciclismo, estiramientos y simuladores de baile como el videojuego ‘Just Dance’. Sin embargo, y pese a que este tipo de entrenamientos presentan gran parte de beneficios para nuestra salud, ninguno ofrecía datos positivos que garantizasen la pérdida de peso y contrarrestasen los efectos genéticos de la obesidad.

No obstante, al comparar estos resultados con los que ofrecían otros deportes como caminar de forma frecuente, el montañismo, trotar, largas prácticas de yoga, correr o determinados tipos de baile, se observaba una gran reducción de la masa corporal. De esta forma, los autores de la investigación afirman que la mejor manera de acabar con la obesidad pasaría por realizar ejercicio de forma constante y con bastante frecuencia.