La violencia que se ejerce contra la mujer por el mero hecho de serlo, ya sea en forma de acoso sexual en la calle o en el trabajo, como en forma de malos tratos en la pareja o con la violación o el asesinato es violencia de género.
La mitad de la población es mujer y está expuesta a este tipo de violencia, este impacto lo convierte en un problema suficiente como para que ocupe un lugar importante en las preocupaciones de los españoles, según las encuestas mensuales que lleva a cabo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Históricamente la política, la economía y el terrorismo han sido las principales preocupaciones de los españoles.
La primera vez que la violencia sobre la mujer ha sido mencionada entre las respuestas con un porcentaje lo suficientemente significativo como para incorporarlo a los resultados fue en septiembre del 2000: con un 1,3% de los encuestados, que pasaron a ser el 3,1% en octubre, el 3,5% en noviembre y el 2,3% en diciembre de ese mismo año.
Fue en el 2000 cuando el Gobierno lo consideró un problema de primera magnitud y puso en marcha un plan estatal con el que destinó 1,2 millones de euros a la campaña "la violencia contra la mujer nos duele a todos".
Ese año la violencia de género comenzó a visibilizarse, surgieron asociaciones y la preocupación social aumentó.
En 2004, el 11,7% de los encuestados mostraron su preocupación por la violencia de género y ocupó el quinto lugar entre las preocupaciones de los españoles, después del terrorismo de ETA, el paro, la vivienda y la inseguridad ciudadana. Sin embargo, el 80% de quienes situaban la violencia machista entre los principales problemas sociales eran mujeres.
Aunque 900 mujeres y niños han sido asesinados en manos de hombres, la violencia de género no ha vuelto a preocupar tanto. En 2016 no se llegó al 2% y en 2017 la cifra más alta registrada fue un 3,4%.