Una de las cosas que genera ese cansancio es la reducción de horas de sol, porque hace que el cuerpo genere más melatonina, la hormona que regula el sueño, y, por tanto, puede provocar más somnolencia. Además, también afecta a la serotonina, la hormona del bienestar, que se reduce con la reducción de luz solar, y puede tener efectos en el estado de ánimo.

Esta sensación de cansancio puede afectar especialmente a personas mayores, que, aparte de por los cambios estacionales, pueden afectarles la alimentación más pobre o la falta de actividad física que se dan más su edad, favoreciendo el cansancio.

Qué hacer para evitarlo

Una buena opción es seguir una alimentación equilibrada, que puede ayudar a combatir la fatiga. Los alimentos como los pimientos, el brócoli, las espinacas o el kiwi, que contienen vitamina C, son recomendables porque incrementan el sistema inmunológico. Los alimentos con hierro también son recomendables, como las legumbres, las acelgas, los huevos o los frutos secos; al igual que alimentos ricos en magnesio, como los lácteos o los plátanos, que ayudan a reducir el cansancio.

Plátanos
Plátanos | Pixabay

No solo la alimentación es importante, sino que mantener un sueño regular, incluso en fines de semana, es muy importante para adaptarse a las horas de luz y, así, regular el reloj biológico. También es importante dormir unas siete u ocho horas al día.

También es recomendable exponerse a la luz solar y aprovechar al máximo las horas de sol, porque esta exposición puede ayudar a aumentar la serotonina. Esto puede ir unido a la otra recomendación: realizar actividad física de manera regular, porque se generan endorfinas y ayuda a conciliar el sueño. Una forma de combianar las dos podría ser salir a caminar o a correr por la mañana.