Romper con la rutina puede ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos y, además, estaría vinculado directamente con la felicidad. De hecho, como demuestra una nueva investigación, las nuevas experiencias en nuestro día a día mejorarían nuestro bienestar.
El estudio destaca también, que los pequeños cambios en nuestras actividades diarias, como dar un pequeño paseo para despejarnos, practicar algo de ejercicio en casa o variar el modo en que realizamos nuestras rutinas cada día pueden producir una sensación de bienestar semejante.
Para ello, los investigadores se han apoyado en un trabajo que se centraba en analizar las experiencias diarias de diferentes personas, que decían sentirse más felices sobre todo aquellos días en que se desplazaban con más frecuencia o pasaban más tiempo en lugares nuevos.
A continuación, para comprobar si había algún tipo de conexión entre estas emociones más positivas y la actividad cerebral se han realizado diversas pruebas a través de resonancias magnéticas. De esta forma, los autores de la investigación concluían que aquellas personas con un efecto más fuerte derivado de las nuevas experiencias mostraban una mayor relación entre la actividad en las regiones del cerebro asociadas al procesamiento de la novedad y la recompensa, y a experiencias beneficiosas o subjetivamente positivas.