Algunos de los consejos para evitar la obesidad son mantener una alimentación equilibrada y realizar actividad física de manera regular que se adapte a las capacidades de cada uno. Estos consejos los han ofrecido expertos de Sanitas Mayores porque, según explican, las personas mayores queman menos calorías a causa de su metabolismo más lento, lo que facilita que se produzca un aumento de peso y acumulación de grasa.
La encuesta de Condiciones de Vida del INE muestra en sus resultados que la obesidad se presentó en más personas mayores que en jóvenes, entendiendo personas mayores como mayores de 65 años y jóvenes como personas de 16 a 29 años, con un 18% frente al 5,1%.
La dieta
Los expertos aconsejan que, para mantener un peso estable, se siga una dieta que contenga muchas frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros, y evitar, en la medida de lo posible, alimentos procesados, porque suelen contener azúcares o grasas trans que pueden favorecer esa acumulación de grasa.
Otra parte muy importante de la alimentación es mantenerse hidratados para evitar la confusión entre hambre y sed y así controlar mejor el apetito, por ello es importante beber agua, tomar caldos o infusiones, pero sin azúcar. Además, esto ayuda a mantener el metabolismo activo.
Asimismo, también ayuda a mejorar el metabolismo y regular las hormonas del hambre el dormir siete u ocho horas diarias. No dormir bien puede suponer un impacto negativo para la persona, porque fomenta la fatiga, el desequilibrio hormonal y, como consecuencia, puede provocar el aumento de peso.
Actividades
Otra recomendación es realizar actividades como yoga o meditación. Esto se debe a que la producción de cortisol disminuye durante su realización y el cortisol es una hormona que favorece la acumulación de grasa abdominal, por lo que su reducción podría influir en no aumentar de peso.
Una vida social activa, que se puede conseguir de diversas formas, es recomendable también para evitar aumentar de peso, porque con ello se evitaría una alimentación emocional, porque previene la soledad y depresión que están relacionadas tanto con la alimentación emocional como con el sedentarismo.
Por último, recomiendan realizar chequeos médicos periódicos, de tal modo que se pueda detectar qué es lo que está afectando al peso y, de ese modo, corregirlo de forma cautelosa.