Un grupo de expertos afirma que deberían incluirse como opción dentro de las Guías Alimentarias de la administración norteamericana. El estudio avala que estas dietas contienen entre 50 y 129 gramos de carbohidratos al día. Este valor es inferior a la ingesta de referencia que recomienda entre el 45 y el 65% de calorías diarias procedentes de carbohidratos.
Concluyen en que las dietas bajas en carbohidratos son seguras para el público en general, aunque puede ser necesaria supervisión médica para algunas personas. Son útiles para tratar la resistencia a la insulina y para quienes padecen riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y cardiopatías.
Este tipo de dietas bajas en carbohidratos bien planificadas pueden proporcionar una nutrición adecuada apoyando dietas de alta calidad con patrones similares de alimentación saludable recomendadas actualmente en las Guías.
Beneficios de esta dieta
Ese tipo de alimentación puede tener beneficios sobre el peso, la sensibilidad a la insulina y el riesgo de cardiopatías. Ese tipo de enfermedades afectan desde hace años a personas de origen marginado en Estados Unidos, incluir este tipo de alimentación podría mejorar la equidad sanitaria en todo el país.