Un 35% de la población infantil, es obesa. Futuras generaciones que estarán más expuestas a diabetes, problemas coronarios, hipertensión, tumores y un amplio abanico de enfermedades.
Estados Unidos, con uno de cada tres de sus habitantes con sobrepeso, ha decidido tomar cartas en el asunto. Los niños del colegio de San Antonio, en Texas, han sido seleccionados para experimentar con el último grito en tecnología, un sistema audiovisual, capaz de contabilizar las calorías.
El proceso es simple: Una cámara inteligente, que graba lo que los niños escogen para comer y lo que finalmente ingieren, lo traduce en datos. Este sistema capaz de analizar 7.500 ingredientes, todavía ha de ser perfeccionado.
El colegio no fue escogido al azar. Aquí predominan los malos hábitos alimenticios: las hamburguesas, las pizzas y los tacos son los reyes de la mesa.
Los informes con los datos pormenorizados llegarán a los padres y comprenderán mejor qué es lo que comen sus hijos y lo que no deberían comer.
El objetivo es aprender a comer adecuadamente en su hogar y desde la más tierna infancia.