En la actualidad, intentar modificar nuestra dieta, o someternos a un cambio drástico de la alimentación para bajar de peso y evitar recuperarlo es una tarea que, según distintos expertos, puede considerarse como improbable.
Hasta un 95% de las personas que deciden ponerse a dieta y adelgazar, fracasarían. Como explica el director de la Unidad de Endoscopia de la Obesidad del Hospital Universitario HM Sanchinarro, esto se debe a la gran dificultad que supone alterar nuestro tipo de alimentación, sin contar con ayuda externa.
Ponerse a dieta supone mantener en el tiempo un estilo de alimentación que, en ocasiones, puede suponer cambios muy drásticos, tanto en el tipo de platos consumidos, como en la cantidad o proporción de estos.
De esta forma, es muy común que aumente la ansiedad por comer, así como la sensación de hambre. Algo que, si no somos capaces de superar o reducir de manera paulatina, puede suponer que se abandone la dieta.
Por ello, cada vez más personas deciden recurrir a la ayuda de profesionales y nutricionistas. Aunque, al mismo tiempo, ha aumentado la cantidad de pacientes que se somete a un procedimiento sin cirugía, que consiste en modificar la forma del estómago mediante endoscopia.
Sin embargo, ya sea mediante este tipo de intervención o sin ella, los especialistas advierten de que la clave para el éxito a la hora de intentar bajar de peso se centra en la reeducación alimentaria, el ejercicio físico y el apoyo psicológico.