Si bien el cuerpo humano necesita algo de colesterol para la generación de hormonas reproductivas (estradiol, progesterona, testosterona), sustancias beneficiosas para la digestión de alimentos y vitamina D, la mayoría asocia a este lípido con los efectos negativos que causa cuando se excede en cantidad: problemas cardíacos, cerebrales, de sangre (p.e. coágulos)...
En esta línea, aprovechándose la reciente celebración del Día Mundial del Corazón (28 de septiembre), desde el IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad) Pamplona han averiguado que un colesterol alto dificulta la fertilidad en hombres y mujeres. Justo lo contrario al colesterol bueno (denominación HDL) que abunda en los ovarios, y por ende, beneficia la fertilidad -se recomienda más de 40 mg/dl en mujeres y más de 35 mg/dl en hombres-.
Una relación que apenas se conoce, según apunta la directora del IVI Pamplona Begoña Martínez. Begoña actualiza que "en mujeres, unos altos niveles de colesterol malo (LDL) pueden crear unos desarreglos hormonales que dificultan tanto la fecundación como que el embarazo pueda llegar a término, mientras que en hombres puede provocar una menor cantidad de esperma con peor calidad o directamente espermatozoides que muestren morfología defectuosa".
Otras fuentes de esta institución médica española recuerdan que la infertilidad no siempre debe asociarse con el colesterol malo pues los malos hábitos, la hipertensión, el sobrepeso, etc. tampoco ayudan. Por ello y para favorecer el embarazo, resaltan la importancia de sustituir el tabaquismo y alcohol por el deporte (p.e. paseos o subir escaleras), la salud cardiovascular, el equilibrio hormonal, y la alimentación mediterránea (vegetales, legumbres, cereales integrales, carnes magras y pescado omega-3...).
No debe olvidarse que el colesterol alto es un problema que atañe a todos y que puede aparecer en cualquier momento. Las analíticas periódicas resultan más que aconsejables, sobre todo si se es propenso a esta sustancia grasosa, o a la diabetes e hipertensión.