Una investigación sobre los productos con azúcar informa de que un correcto etiquetado es la clave para evitar el consumo de este tipo de alimentos. Durante la primavera del pasado año, un grupo de expertos analizó la compra de alimentos con alto contenido en grasas saturadas, azúcares y sal por parte de consumidores de más de 13 años.
Los resultados del estudio indican que un etiquetado visible que advierta de los altos contenidos en este tipo de sustancias, así como un aumento en el precio del producto por este motivo, supone el consumo de alimentos más saludables o con niveles más reducidos de azúcar, sal, grasas o calorías.
Los investigadores han llevado a cabo este estudio en Canadá, donde se utiliza el sistema de etiquetado frontal Nutriscore, que advierte de los contenidos en distintas sustancias poco sanas en grandes dosis. Un etiquetado que se pretende implementar en nuestro país y que presenta un mayor impacto a la hora de decidirse por un producto u otro, que el etiquetado usado en Reino Unido, a base de colores, o Australia, mediante estrellas.
Los autores del estudio consideran necesario que se extienda el uso de este sistema de etiquetado, que “ya se usa en muchas otras partes del mundo”. Además, subrayan que este tipo de políticas ayudan a la población en casos en que los impuestos añadidos no afectan a distintos productos “aunque la evidencia indica que deberían estar incluidos en este tipo de impuestos.”
Las políticas de aumento de precios sobre alimentos con altos niveles de azúcar, junto con sistemas de etiquetado similares al usado en Canadá son, según los especialistas, “el tipo de medidas que pueden ayudar a revertir las tasas de obesidad y enfermedades crónicas propias de dietas poco saludables”.