Anteriormente, otros investigadores han demostrado que las personas que declaran seguir una dieta mediterránea tienen un riesgo ligeramente menor de padecer diabetes tipo 2, pero está relación es incierta en gran parte debido a la subjetividad de la autoevaluación de la dieta mediterránea.
Hasta ahora, esta posible relación entre la dieta mediterránea y el riesgo de diabetes de tipo 2 no se había evaluado mediante indicadores biológicos - biomarcadores- del cumplimiento de la dieta, un nuevo indicador desarrollado por Jakub Sobiecki en la Universidad de Cambridge (Reino Unido) que incorpora los niveles de determinadas moléculas en sangre.
En el ensayo clínico con 128 personas que seguían la dieta mediterránea, los investigadores identificaron los niveles en sangre de 24 ácidos grasos y 5 carotenoides para predecir si se les podía aplicar. Los niveles de estas moléculas en sangre de una persona se utilizaron para calcular una puntuación de biomarcadores, que los investigadores utilizaron como medida del grado en que seguían una dieta mediterránea.
Inmediatamente después, los investigadores aplicaron la puntuación de biomarcadores en un estudio de 340.234 personas residentes en ocho países europeos, de las cuales 9453 desarrollaron diabetes tipo 2 durante el seguimiento y se les midieron los biomarcadores pertinentes.
Tras compararlos con 12.749 participantes que no padecían diabetes tipo 2, los investigadores descubrieron que las personas cuya puntuación de biomarcadores indicaba una mayor adherencia a una dieta mediterránea tenían menos probabilidades de padecer diabetes de tipo 2 y comprobaron que el uso de la puntuación del biomarcador identificaba un vínculo más fuerte entre la dieta mediterránea y la reducción del riesgo de diabetes de tipo 2 que cuando se utilizaba el autoinforme.
Los estudios previos que se basaban en autoinformes pueden haber subestimado la asociación, como así ha demostrado este hallazgo, cuyos resultados sostienen que incluso una modesta mejora en el cumplimiento de la dieta mediterránea podría reducir significativamente la incidencia de la diabetes tipo 2.
Sin embargo, aunque una mejora adicional en el cumplimiento de la dieta mediterránea podría reducir la incidencia de la diabetes tipo 2, los investigadores advierten que serán necesarias más investigaciones para confirmar y ampliar estos nuevos hallazgos donde se desconoce la puntuación específica del biomarcador en la dieta mediterránea.
La profesora y autora principal, Nita Foroushi, señala que esta investigación, que combina información procedente de un ensayo clínico dietético y un estudio de cohortes de gran tamaño para identificar y aplicar biomarcadores sanguíneos a un patrón dietético, es apasionante y debería estimular el desarrollo de métodos mejorados para estudiar las asociaciones entre dieta y enfermedad, que suelen estar limitadas por la dependencia del recuerdo subjetivo de la alimentación.