Aunque hacer ejercicio siempre será saludable para nuestra salud, muchas veces podemos llegar a reducir este tipo de actividades a centros especializados, como gimnasios. De esta manera olvidamos lo beneficioso que puede resultar entrenar al aire libre.
Por una parte, ejercitarnos en espacios abiertos y durante el día nos proporcionará un aumento de la vitamina D, que se encargará de fortalecer nuestros huesos y músculos, así como de reducir el riesgo de lesiones. Además, como demuestra el entrenador y coach personal, Sergio Llull, incluso si no contamos con la maquinaria que podemos encontrar en un gimnasio, podemos realizar todo tipo de ejercicios al aire libre.
En la mayoría de casos, esto nos reportará unos resultados muy similares. Pero, además, determinados tipos de entrenamiento, pueden proporcionar muchos más beneficios al aire libre que en un gimnasio.
Caminar, y poco a poco ir aumentando nuestra zancada y ritmo, nos ayudará a mejorar la respiración, nuestro aguante, y la salud de nuestro sistema cardiovascular. Por otra parte, cualquier rincón puede servirnos para parar y realizar una serie de ejercicios centrados en estiramientos y en series de repeticiones. Por último, la meditación y el yoga nos ayudarán a relajarnos, eliminar de forma momentánea nuestras preocupaciones, reducir nuestro estrés y mejorar nuestra salud física y mental.