Cuatro de cada diez españoles han reconocido que toman algún tipo de suplemento sin la supervisión de un experto, según una encuesta realizada por más de 1.000 personas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), publicada en la revista OCU Salud.
Esto significa que el 26% de los encuestados ha afirmado consumir estos productos sin la supervisión de un médico, un farmacéutico o un nutricionista que evalúe los posibles efectos adversos y contraindicaciones. Además, el 42% de la población española ha consumido algún tipo de suplemento en los últimos doce meses.
En este sentido, los productos más demandados son los compuestos a base de vitaminas, minerales, ácidos grasos, probióticos o algas, que suman una media de 114 euros al año. Son productos que se adquieren de forma general en las tiendas físicas, aunque un 53% de los encuestados lo hacen de forma online.
La principal razón de su consumo, según los encuestados, es que utilizan estos productos para sentirse ‘más vitales’, pero también para reforzar su sistema sanitario. Además, el 37% ha afirmado aumentar su ingesta durante el coronavirus, donde la OCU ha señalado que no es necesario, salvo excepciones, si se sigue una dieta completa y equilibrada.
Sin embargo, el 29% de los encuestados ha reconocido que lo hace porque considera que su consumo no implica riesgos, que no hay límites en la cantidad de vitaminas y minerales y que puede tomarlo sin importar la edad, salud o medicación.
Todo ello ha hecho que la OCU lance una serie de recomendaciones para evitar que se produzcan estas situaciones. Uno de los principales consejos es consultar a un médico para conocer la opinión de un experto y, en caso de requerir algún suplemento, sea bajo la supervisión de un profesional.