¿Qué menú es mejor, el del comedor escolar o el que los niños puedan llevar en la fiambrera? Pues todo depende. Los cátering que sirven en los colegios tienen que cumplir una serie de normas nutricionales y sanitarias. Eso también hay que tenerlo en cuenta a la hora de preparar la tartera en casa.
Para que no haya deficiencias los nutricionistas hablan claro. Nada de poner en el tupper siempre lo mismo. “Como primeros, pasta, arroz y legumbres, dos o tres veces a la semana. El resto de los días, el primer plato siempre compuesto por verduras. Para los segundos platos, vamos a recurrir al pescado y a la carne”. Y además, no llevar alimentos poco cocinados ni huevos.
Para la conservación poner en la base de la tartera una tableta de hielo y si llevan la fruta pelada, los nutricionistas nos dan un consejo “echar unas gotitas de limón para evitar la oxidación y las pequeñas intoxicaciones alimentarias”.
A la hora de calentar la comida un consejo. “Calentar los alimentos una sola vez en el microondas. No es buenos recalentarlos, ya que corremos el riesgo de que se reactive un foco de infección”.
No hay que omitir ningún plato. Hay que llevar primero, segundo y postre. El éxito será mayor si se planifican con los niños los menús y se prepara con ellos la tartera.