Lo ideal es elaborar semanalmente un menú de cenas, así los niños sabrán con antelaciön que cenarán cada día y evitaremos protestas e improvisaciones de última hora.
Con el cuadrante a la vista de todos, será más fácil de complementar nutricionalmente lo que comen de noche en casa con lo que han tomado en el comedor del colegio.
Las raciones deben adecuarse a la edad de cada niño y lo ideal es incluir siempre una pieza de fruta o un vaso de zumo o de leche como postre.
Y como un último consejo, evita cenas pesadas e hipercalóricas ya que los niños no tendrán tiempo para quemarlas con actividad física antes de irse a la cama.