Los alimentos que incluyen una cantidad considerable de microrganismos vivos seguros son los yogures y otros productos fermentados, las frutas y las verduras crudas.
Esta nueva investigación aporta por primera vez pruebas convincentes sobre los efectos positivos que tienen estos alimentos en nuestra salud.
Los investigadores se no se han centrado solo en los probióticos, sino en todos los microrganismos presentes en los alimentos, incluidos los ambientales que se asocian a las frutas y las verduras curdas, así como las bacterias lácticas vinculadas a los alimentos fermentados.
Este tipo de alimentos juegan un papel nutricional relevante en una dieta saludable y variada. De hecho, podrían proporcionar un beneficio extra para la salud, hasta ahora no reconocido, debido a que los microorganismos vivos entran en el intestino e interactúan con el microbioma del huésped, el sistema inmunitario y el sistema nervioso entérico.
Esta investigación ha clasificado más de 9.000 alimentos organizados en tres categorías, en función de su abundancia de microorganismos vivos. Después de esta clasificación, han investigado cómo se correlacionaban estas ingestas con diversos marcadores de salud como la presión arterial, el peso, mejor glucosa e insulina en sangre, menor inflamación, un perímetro de cintura y un índice de masa corporal inferiores. De esta forma, los investigadores establecieron que quienes consumían mayores cantidades de microorganismos vivos en la dieta mostraban beneficios tangibles, pero modestos.
Por último, los datos dietéticos utilizados en el estudio mostraron que los adultos estadounidenses han aumentado gradualmente su consumo de microorganismos vivos durante el periodo de estudio de 18 años. Esto puede ser un buen augurio para la salud de la población.