Por otro lado, el 29,6 por ciento se ha propuesto realizar algún cambio en su dieta. Concretamente, el 10,8 por ciento desearía comer más frutas y verduras, seguido muy de lejos por una mayor ingesta de carne, el 3,1 por ciento, y de legumbres, con un 2,5 por ciento.
Además, un 1,8 por ciento buscaría reducir el consumo de procesados y de comida basura; otros cambios dietéticos a destacar serían una ingesta menor de dulce (3,1%) y también de grasas y fritos (1,4%).
Objetivos para cambiar la alimentación
Respecto a los motivos detrás de un cambio dietético, la búsqueda de un mejor estado físico es la opción elegida para la mitad de los encuestadoslos encuestados (687 personas de toda España), mientras que el deseo de adelgazar ocuparía la segunda posición, con un 24,3 por ciento; un afán ligeramente superior en hombres (29,3%) en comparación con las mujeres (20,8%).
Finalmente, el tercer gran motivo sería tener una mejor salud, con un 22,9 por ciento. La motivación económica solo sería relevante para el 2,3 por ciento de los casos. En este sentido, tres de cada diez encuestados reconoce haber realizado cambios en su cesta de la compra como consecuencia de la inflación.
En concreto, afirman haber suprimido o limitado el consumo de pescados y carnes (17,4%), especialmente entre la población de entre 25 y 34 años, de aceite (11%) y también de frutas y verduras (5,3%). Por comunidades autónomas, Galicia sería la que más se ha visto obligada a reducir el consumo de frutas y verduras (17,9%), mientras que Madrid es la que más habría prescindido de carnes y pescados (20,2%).