La industria alimentaria tiene un gran impacto negativo en el medio ambiente. Entre todas las consecuencias, están las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad y destrucción de ecosistemas.
Por no hablar del desperdicio de comida. Por cada compra de comida que realizamos, acabamos tirando a la basura el 30% de los alimentos, es decir, 179 kg de comida por persona al año termina en los contenedores. España, concretamente, se posiciona como el séptimo país de la Unión Europea que más alimentos desaprovecha.
Está en nuestras manos cambiarlo simplemente modificando nuestra manera de alimentarnos. Llevar un estilo de vida más saludable es la vía más fácil de reducir nuestro impacto sobre el medio ambiente. Por todo esto, WWF ha puesto en marcha el proyecto Lifewell, con el fin de fomentar una dieta más sana, sostenible y baja en carbono. Algunos cambios que puedes realizar desde ya son:
- Consumir menos carne.
- Comer menos, o incluso eliminar, alimentos procesados y ultraprocesados.
- Incluye más frutas, legumbres y verduras en tu día a día.
- Haz la compra con una planificación previa, de esta manera reducirás con creces los desperdicios.
- Opta por los alimentos certificados.