La investigadora del IPE-CSIC y directora de las investigaciones Ana Moreno ha asegurado que quieren “confirmar o desmentir” si la superficie helada de Monte Perdido desapareció en el Óptimo Climático Medieval, periodo cálido que sucedió hace mil años. Muchas de estas hipótesis podrían resolverse si se conociera qué edad tiene el hielo más antiguo de su interior.
Esta es la primera vez que se recoge un registro de hielo en la Península Ibérica. Para ello, los investigadores han utilizado un sondeador con el que han obtenido cilindros de diferentes longitudes y a distintas profundidades con el que han creado una columna de 9 metros. También, han recogido cien muestras de material helado a varias alturas del glaciar para poder descubrir las etapas del glaciar desde su origen hasta hoy. Además, el estudio permite monitorizar cómo está la superficie gracias a técnicas de láser-scan y la teledetección para conocer cómo se ha producido el deshielo del glaciar durante el último año.
Moreno ha declarado que "la prioridad es poner una fecha a este hielo; datar su antigüedad, y para eso se busca la materia orgánica atrapada en el hielo, como las partículas de restos vegetales que existieron en el pasado". Una vez que estén estos resultados se estudiará la cantidad y la diversidad que hay en la cubierta mediante el polen existente en el hielo, la composición isotópica de las muestras y la existencia de plomo y mercurio.
Asimismo, los últimos estudios realizados por Juan Ignacio López Moreno a instancias del IPE-CSIC, el glaciar pierde dos metros de espesor cada año y pierde hielo muy rápido. Otra investigación del Gobierno aragonés señaló en 2012 que desde 1980 a ese año la superficie glaciar del Pirineo retrocedió un 75%, un 42% el glaciar Monte Perdido.