El conocido fenómeno de El Niño calienta el planeta mientras que su opuesto, La Niña, contribuye al enfriamiento del planeta. Ambos son responsables de la temperatura de extensas zonas del mar y por lo tanto influyen en el aumento de las temperaturas del aire.
“Tenemos que tener en cuenta que en 2013 no se dio el fenómeno de El Niño, que tiende a calentar más el planeta. Y a pesar de la ausencia de ese fenómeno, tuvimos un aumento de la temperatura global, esto demuestra que el calentamiento global está teniendo lugar”, afirmó en rueda de prensa el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.
Trece de los catorce años más cálidos de los que se tiene registro se produjeron en el siglo XXI. Cada uno de los tres últimos decenios ha sido más cálido que el anterior, siendo 2001-2010 el decenio más cálido registrado.
"Muchos de los fenómenos meteorológicos extremos que se produjeron en 2013 se correspondían con las consecuencias que se esperaban que tuviera el cambio climático provocado por la actividad humana. Se registraron precipitaciones más fuertes, un calor más intenso y un mayor número de daños causados por mareas de tempestad e inundaciones costeras como resultado del aumento del nivel del mar” explicaba Jarraud en la Declaración sobre el Estado del Clima de 2013, que prestaba en Ginebra el pasado lunes 24 de Marzo.
Los océanos constituyen una importante protección ante sistema climático, al absorber y almacenar una gran cantidad del exceso de carbono y de calor de la atmósfera.
El informe de la OMM revela que alrededor del 93 por ciento del exceso de calor atrapado en el sistema terrestre entre 1971 y 2010 fue absorbido por los océanos.
Sabemos que el nivel del mar ha subido en 19 centímetros desde principios del siglo XX, debido principalmente al aumento de la temperatura y al deshielo de los glaciares.
Por otra parte, en 2013 las temperaturas altas más extremas se registraron en Australia, que vivió el año más caluroso del que se tengan datos.
“La comparación entre las simulaciones de modelos climáticos que tienen o no en cuenta los factores humanos muestra que se ha quintuplicado la probabilidad de que el récord de calor registrado durante el verano de 2012/2013 en Australia sea resultado de la influencia del hombre sobre el clima y de que el récord de 2013 como año más caluroso hubiera sido prácticamente imposible sin los gases que retienen el calor de origen humano, lo que demuestra que algunos fenómenos extremos es mucho más probable que se produzcan debido al cambio climático” concluye el estudio.