Las estimaciones de la OMS indican que una de cada tres mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual por su pareja o por terceros, y que un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen, también a nivel mundial, son cometidos por su pareja masculina.
En España en lo que va de año son once las víctimas por violencia machista, una lacra que no para y que supone una gran “devastación psicológica y emocional” para las mujeres que la sufren, según afirman Marta Ramos y María Ángeles de la Cruz, psicólogas expertas en este problema, que tratan a diario con víctimas de esta violencia.
La víctimas de la violencia machista, según explica la doctora Ramos, comienzan a filtrar su existencia a través de la culpa, el miedo, la vergüenza.. y pueden llegar también a un estado de desesperanza o indefensión aprendida :”Nada de lo que haga o intente me va a ayudar para salir de aqui”, piensan.
Porque el maltratador a través de sus estrategias puede llegar incluso a anular el criterio de realidad de la mujer, y “ahí empiezan a dudar de sí mismas, de lo que ella ve y siente; creen que son ellas las que lo provocan y eso es peligroso porque incluso pude afectar a la identidad de la persona”.
Hipervigilancia
Para esta especialista es clave que estas mujeres víctimas de violencia machista entiendan que “el problema lo tiene el otro, que es anormal relacionarse con violencia”.
A nivel orgánico, sufren dolores de cabeza, tensión muscular, problemas digestivos, y diagnósticos relacionados con enfermedades autoinmunes como fibromialgia.
En su opinión tenemos una ley muy buena, pero no se aplica, faltan recursos y luego está el tema de la educación, apenas se trata este problema en colegios e institutos de una forma transversal, advierte la experta.
También considera que la victimización secundaria es “tremenda”.., cuando se dice la victima asesinada no había denunciado, como si fuera tan fácil hacerlo:” Siempre se hace responsable a la mujer cuando no lo es. “Ser victima de alguien a quien has querido o quieres o has depositado la confianza es devastador porque te daña la capacidad de relación contigo mismo y con los demás”, concluye esta psicóloga.
Reaccionan con un miedo intenso ante estímulos que no son amenazantes, como un portazo.
Devastación emocional
María Ángeles de la Cruz coincide en que en muchos casos las mujeres víctimas de violencia machista llegan a desarrollar un estrés postraumático.
Refiere que lo que ven cuando estas mujeres llegan a terapia es una “gran devastación emocional, padecen mucha ansiedad y terminan desarrollando muchos problemas psicosomáticos: intestinales , cervicales, problemas de sueño, colon irritable, fibromialgia, dolor y fatiga crónica…”
También les ocurre que no pueden dejar de revivir las situaciones de agresión de las que han sido víctimas, están permanentemente en alerta.
La recuperación emocional, apunta la experta, es muy complicada porque su vida social, económica y laboral también lo es.
Finalmente apunta que cada vez llegan a la consulta chicas más jóvenes, de 14 y 15 años, y los tiempos en la escalada de la violencia son más cortos, es decir entre los primeros menosprecios y la violencia física pura y dura, transcurre poco tiempo.