Los niños y los adolescentes están creciendo inmersos en los dispositivos digitales. Y están expuestos a estos en diferentes formas… la televisión, los videojuegos, los ordenadores, los teléfonos móviles y otras pantallas, además del acceso a redes sociales y videos. Todo ello, hace que su actividad diaria sea, en su mayoría, sedentaria.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en colaboración con el convenio de Atresmedia y la OMS, ha realizado un estudio y un spot de ámbito educativo con el objetivo de fomentar la actividad física en población adolescente, sensibilizando sobre la importancia del entorno educativo en la promoción de la actividad física en la adolescencia temprana (10-14 años)
Según los datos utilizados delEstudio Health Behaviour in School-aged Children (HBSC)o Estudio sobre las conductas saludables de jóvenes escolarizados dirigido a conocer tanto los estilos de vida y la salud de las y los adolescentes escolarizados, de 11 a 18 años, sólo el 19,9 % de los y las adolescentes realiza actividad física moderada a vigorosa 7 días a la semana, al menos 60 minutos diarios (el 25,8 % de los chicos frente al 14 % de las chicas).
Por su parte, los indicadores del Observatorio de la Nutrición y Estudio de la Obesidad, basándose en la información aportada por la última Encuesta Nacional de Salud realizada a menores en 2017, nos desvelan que, la prevalencia de sedentarismo en el tiempo libre en menores de 18 años es de un 20,7% (más elevada en chicas 25,3% que en chicos 16,4%). Es de destacar, además, la importante prevalencia de sedentarismo en la adolescencia temprana (10-14 años), y las diferencias relevantes existentes por género, dado que en las chicas el porcentaje prácticamente es el doble que en los chicos.
Asimismo, es llamativo y preocupante el porcentaje de chicas que se vuelven sedentarias, un 36,8%, al llegar a un período más tardío de la adolescencia (grupo de 15-17 años). El tiempo medio diario dedicado por los menores a actividades sedentarias frente a una pantalla, supera las dos horas entre semana y se aproxima a las tres en fin de semana, siendo más elevada en los y las adolescentes entre 10-14 años.
El estudio participativo realizado por la AESAN, basado en una metodología cualitativa y de carácter multicéntrico y realizado en escolares de 12 a 14 años, de cuatro Institutos de Educación Secundaria, distribuidos en 4 municipios diferentes, aporta algunas ideas sobre la verdadera relación de los hábitos físicos con los adolescentes.
Entre esas observaciones, se ha demostrado que la fuente principal de actividad física son las actividades extracurriculares deportivas. En el tiempo libre y en el recreo suelen elegir actividades pasivas, en especial, las chicas. Entre los principales factores que inciden en ellos son el propio interés de la persona, y la promoción en algunos institutos del ejercicio físico al disponer, por ejemplo, de patios dinámicos.
Recomendaciones de la OMS y AESAN
Por esta razón, desde la OMS se recomienda al menos 60 minutos (1 hora) de actividad física aeróbica moderada cada día. Hacer ejercicio una vez a la semana durante 2 horas, puede que sea menos eficaz que hacerlo todos los días durante 20 minutos.
Si no es posible disponer de 20 minutos al día para hacer ejercicio, incluso cinco minutos al día marcarían la diferencia para la forma física y la salud. Es importante señalar que incluso una cantidad muy pequeña de ejercicio puede marcar la diferencia en nuestro cuerpo, si se realiza con regularidad.
Adicionalmente, se aconseja realizar actividades aeróbicas de intensidad vigorosa (tablas de ejercicios intensos o con pesas, montar en bicicleta…) y actividades que refuercen músculos y huesos (actividades con impacto, juegos que requieren cargar con el peso corporal, correr, saltar), al menos 3 días a la semana.
Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
Por último, en cuanto al uso de las pantallas, su recomendación consiste en utilizarlas cuanto menos mejor, limitando así las actividades sedentarias.