La ingesta de pan y cereales integrales ayuda al mantenimiento y al buen funcionamiento del tránsito intestinal, ya que los granos enteros son una fuente rica de nutrientes y fibra esencial para la microbiota intestinal.
Por otro lado, promueven la diversidad de la flora y tienen la capacidad de estimular en ella cambios positivos, así disminuye el riesgo de sufrir ciertas patologías como el estreñimiento o la diverticulosis. El porcentaje de proteína vegetal que hay en el pan mejora la resistencia a las infecciones que pueden darse en la flora intestinal.
Asimismo, el pan un alimento muy integrado en nuestras comidas diarias. Es un buen complemento para alcanzar las recomendaciones diarias de hidratos de carbono, entre un tercio y la mitad de la dieta, según los expertos.
Sin embargo, en España apenas se consumen 100 gramos de pan al día, mientras que la OMS recomienda 250 gramos. Aun así, la oferta de pan en nuestro país es muy elevada. Existen más de 300 tipos diferentes que podemos encontrar de múltiples formas, con mucha variedad de ingredientes o dependiendo de la zona geográfica en la que se elaboran.