Incluir en nuestra dieta fruta, verdura y cereales, es la mejor manera de mantener una alimentación sana, y de aportar fibra a nuestro organismo. Sus beneficios nos ayudarán a prevenir todo tipo de problemas y reducirán las posibilidades de desarrollar distintas enfermedades en el futuro.
Aunque no aporten vitaminas u otras sustancias nutritivas de manera directa, las fibras dietéticas, que se encuentran principalmente en los alimentos vegetales, facilitarán nuestra digestión y ayudarán a absorber las sustancias necesarias para que nuestro organismo funcione de forma correcta.
La fibra se encarga de mantener el equilibrio del sistema intestinal y reduce las posibilidades de sufrir cáncer de colon, así como enfermedades del corazón. También disminuye los niveles de glucosa y de colesterol y evita el estreñimiento, y distintos problemas de sobrepeso.
Sin embargo, como ocurre con el abuso de todo tipo de alimentos, basar nuestra dieta en la fibra, o consumirla en exceso supondrá una disminución de los minerales que lleguen a nuestro organismo. Puesto que limita la absorción de estas sustancias al impedir el paso de la glucosa a la sangre de forma directa.
Para evitar este tipo de problemas, los expertos recomiendan tomar entre 20 y 30 gramos de fibra al día, que encontraremos en legumbres como las lentejas, productos con cereales integrales como el pan o el arroz, frutas como las manzanas o las ciruelas y hortalizas como la espinaca o la coliflor.