La mejor forma de cuidar nuestra piel se encuentra en la cosmética natural. Gracias a una gran variedad de productos sin componentes artificiales podremos conseguir todo tipo de beneficios para nuestra salud. Y no solo como hidratante diario, sino que algunos de estos componentes servirán como bálsamo o agente curativo para todo tipo de situaciones.
Entre los cosméticos naturales más comunes podemos encontrar la arcilla. Para comenzar, este elemento destaca por sus múltiples aplicaciones a nivel desinfectante y antimicrobiano, gracias a su composición rica en aluminio. Pero además, es uno de los mejores exfoliantes que existen, revitaliza y refuerza la piel, y su alta capacidad de absorción lo convierte en un magnífico desintoxicante.
Por otra parte, la manteca de karité, un producto natural para el cuidado corporal y la cosmética, actúa como regenerador celular, eficaz contra quemaduras, rozaduras o cicatrices en la piel; como descongestionante en resfriados, o como protección contra el frío. También presenta propiedades anti-envejecimiento y contra las quemaduras solares.
El aceite de argán además de presentar ventajas contra las quemaduras y ser un eficaz cicatrizante, es recomendable para la hidratación del cabello y para prevenir los signos del envejecimiento. Pero al mismo tiempo, puedo tomarse para reducir los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y actúa como un potente antioxidante.