Aunque estamos acostumbrados a guardar la mayoría de alimentos en la nevera, existen distintas excepciones que es aconsejable almacenar alejadas del frigorífico. Gran parte de los ingredientes que usamos en la actualidad, y sobre todo, hortalizas que provienen de zonas más cálidas del planeta, presentan unas condiciones especiales que permiten una mejor conservación de sus propiedades fuera de la nevera.
Entre estos productos podemos encontrar frutas y verduras como tomates, plátanos, cebollas y ajos, así como melocotones, melones o sandías. Se trata de alimentos, que bien provienen de zonas tropicales del planeta y resisten mejor las altas temperaturas, o bien reaccionan mal al frío, lo que provoca que se endurezcan o pierdan su sabor.
Por otra parte, tampoco se aconseja conservar a bajas temperaturas otros productos como la miel o el aceite al no necesitar temperaturas demasiado bajas para congelarse. Además, también podemos añadir las patatas y los huevos a la lista de alimentos que resisten mejor fuera de la nevera.
Las primeras, debido a la transformación del almidón en azúcar al encontrarse por debajo de los siete grados. En el caso de los huevos, se trata de un producto capaz de resistir fuera de la nevera. No obstante, no reaccionan bien a los cambios bruscos de temperatura, por lo que el frescor continuo del frigorífico suele ser la opción más escogida para su conservación.