La patataes una aliada para combatir el envejecimiento, son ricas en minerales necesarios para el buen funcionamiento del cerebro y de los músculos. Su consumo proporciona energía (son fuente de vitaminas B1 y B6, que contribuyen al normal metabolismo productor de energía); tienen acción antioxidante por su alto contenido en vitamina C, que ayuda a proteger las células contra la oxidación, evitando por tanto la formación de radicales libres perjudiciales para el organismo; ayuda a la salud del corazón, ya que el potasio contribuye a mantener la presión arterial normalizada y la tiamina (vitamina B1) ayuda al funcionamiento normal de este músculo.
La patata aporta, además, hidratos de carbono complejos, esto significa que son de absorción lenta, por lo que el organismo mantiene la sensación de saciedad y energía durante más tiempo. Son un alimento perfecto para los deportistas y para mantener el nivel de glucosa estable en el organismo durante más tiempo.
¿Sabías que en mayo comienza la temporada de la patata nueva?
Las patatas pueden clasificarse según su variedad, según su color exterior e interior, según su uso culinario, o según su estacionalidad.
Por estacionalidad se clasifican como patata nueva, o patata de conservación.
La patata nueva, es la que se consume recién recolectada y que se recoge tras 120 días de cultivo aproximadamente, según el ciclo de cultivo y la variedad de la que se trate.
Y, la patata de conservación, es aquella que se cosecha en épocas más tardías del año, en la época de octubre-noviembre, cuando el tiempo es menos soleado, y permite una mejor conservación una vez cosechada, manteniéndose en perfectas condiciones durante varios meses.
La versatilidad de la patata
La patata es un alimento muy popular, de bajo coste, fresco, versátil, fácil de encontrar y muy sano que facilita la vida en la cocina, porque además armonizan bien con todo tipo de platos.
En cuanto a color, exteriormente pueden ser blancas, rojas, amarillas o moradas. Y en su interior pueden ser blancas, amarillas o moradas, en sus distintos grados. Sin embargo, el color no determina su categoría culinaria. Solo es una cuestión de gustos.
Se conservan de manera óptima por largo tiempo. Para ello hay que saber que precisan mantenerlas en un lugar fresco, seco y protegidas de la luz.
Las patatas cocidas, hervidas, al vapor, al microondas, asadas, incluso fritas, son una excelente fuente nutricional que ayuda al cuerpo a mantener la energía. En cuanto a las patatas fritas, es el aceite el que proporciona el exceso calórico, no las patatas. En este tipo de cocinado, es necesario tener en cuenta la variedad a utilizar, ya que una patata especial para freír absorberá mucho menos aceite. Si a esto le añadimos tener la picardía de emplear un papel absorbente de cocina donde colocar las patatas una vez se sacan de la sartén, habremos reducido a la mitad las calorías y grasas a ingerir.