Vivir cerca de un restaurante de comida rápida supone un aumento del riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Pero además, como alertan los expertos, este tipo de establecimientos no solo aumentan las posibilidades de sufrir un evento cardíaco, sino que, al mismo tiempo, a la comida rápida se la responsabiliza de forma directa de distintas patologías y enfermedades como la obesidad, la diabetes o trastornos renales y hepáticos.
Para comprobar de qué forma afectaba a la salud vivir en zonas con mayor densidad de este tipo de restaurantes, un equipo de investigadores ha llevado a cabo un estudio en distintas zonas de Australia. Su conclusión alerta de que por cada cadena de comida rápida aumentan en cuatro los casos de ataques anuales al corazón por cada 100.000 personas.
Como declaraban los autores de la investigación, este tipo de ataques son una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Y a pesar de que se sabe que la comida rápida supone un aumento de los ataques al corazón, “hay un rápido crecimiento en la compra y disponibilidad de esta comida”. De esta forma, consideran necesario examinar la diversidad de alimentos a la hora de sufrir alguna enfermedad o evento cardíaco.
Por otra parte, tomar este tipo de comida menos sana de forma frecuente puede derivar en déficits nutricionales como una grave falta de minerales o vitaminas; así como en enfermedades relacionadas con el asma. Por otra parte, la comida rápida puede aumentar el riesgo de sufrir distintas alergias o eccemas.