El estudio ActiveBrains, liderado por investigadores del departamento de Educación Física y Deportiva de la UGR, en colaboración con investigadores de Psicología de esta misma universidad, concluyen que los escolares que realizan ejercicio tienden a mejorar “su inteligencia de forma destacada, y también su flexibilidad cognitiva y el rendimiento académico”.
El estudio que también ha contado con colaboradores nacionales e internacionales externos a la UGR, se publica en la revista científica ‘JAMA Network Open’.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
El equipo de investigadores estableció un programa de ejercicio aeróbico y de fuerza que debían llevar a cabo niños con sobrepeso u obesidad, tres veces por semana a lo largo de cinco meses.
Las sesiones se estipularon en 90 minutos cada una, lo que sumaron 4,5 horas semanales.
El ejercicio físico realizado estuvo basado en juegos grupales que implicaban correr en una pista exterior y trabajar la fuerza con el propio peso corporal y el de compañeros. No requerían de equipamiento avanzado, y eran perfectamente transferibles al ámbito escolar.
Todo ello se realizó a una intensidad relativamente alta, siendo el promedio de intensidad de la sesión completa en torno al 70% de la frecuencia cardiaca máxima de los niños.
¿Cómo afectó el ejercicio físico al desarrollo cognitivo?
Los resultados del estudio demuestran que en una etapa de crecimiento y desarrollo cognitivo y cerebral como es la niñez, el ejercicio físico practicado de forma regular durante casi medio año mejora la inteligencia a nivel general, y especialmente la inteligencia cristalizada, que es la “asociada con el vocabulario verbal y conocimiento adquirido a lo largo de la vida en contexto escolar y fuera de él”.
Además, el programa de ejercicio mejoró de forma significativamente la flexibilidad cognitiva de los niños participantes, es decir mejoró su habilidad mental para adaptarse a tareas o reglas cambiantes, simultanear varios conceptos y cambiar la atención entre diferentes tareas y reglas.
En cuanto al rendimiento académico total cabe señalar que también mejoró con el programa de ejercicio físico, siendo las capacidades que más se vieron potenciadas las matemáticas y la resolución de problemas, según la UGR.
“De aquí se desprende un mensaje muy importante para madres y padres: si sus hijas/os no tienen un buen rendimiento académico, no los castigue con no salir a jugar o hacer ejercicio físico, o retirarlos de una actividad deportiva extra-escolar, sino justo lo contrario”, ha apuntado el catedrático de la UGR e investigador responsable del estudio, Francisco Ortega.
Y añade que hay que intentar garantizar un mínimo de ejercicio física diario, “idealmente 60 minutos al día de actividad física aeróbica de intensidad moderada, incluyendo al menos tres días en semana actividad física de alta intensidad y aquella que estimule el fortalecimiento muscular y óseo tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud”.
En España 1 de cada 3 niños son obesos
El sobrepeso y la obesidad son un problema de salud de primer orden mundial. España es uno de los países que lideran el ranking de sobrepeso/obesidad en Europa donde 1 de cada 3 niños presentan esta condición.
La obesidad tiene efectos negativos sobre la salud a nivel general y más recientemente se ha observado que también a nivel cognitivo y cerebral.
“Este estudio demuestra que el ejercicio físico es una herramienta eficaz para contrarrestar los efectos negativos de la obesidad a nivel cognitivo y académico”, afirma el profesor del departamento de Educación Física y Deportiva de la UGR, José Mora.
El responsable de este estudio concluye que mejorar la salud física y mental de los escolares, y tal y como demuestra este estudio, sería posible si en España se consigue aumentar el número de horas de educación física a 1 hora diaria (5 semanales), tal y como ya se viene demandando y ya se aplica en otros países europeos.