En la clase de hoy se ha sustituido el profesor por un nutricionista y el libro por una pulsera en la que aparecen los alimentos con diferentes colores, cada uno tiene una propiedad específica. Además, aparece un balón para que los pequeños no olviden que tienen que moverse a diario.
Para luchar contra la obesidad, además de pulseras, hay videojuegos. Hemos descubierto uno que consiste en una guerra entre la comida sana y la que no lo es tanto. Un ejército de frutas y verduras dispues a luchar por defender una dieta equilibrada. Si los hábitos de vida saludables pierden gana la obesidad.
Está diseñado en Murcia y es número uno en unos 10 países, entre ellos China.