La enfermedad renal crónica (ERC) es una afección que no tiene cura y reduce la capacidad de los riñones para filtrar sangre y cumplir con sus funciones vitales, por lo que se asocia con un incremento del riesgo de diversas enfermedades y una mayor mortalidad.

El estudio que ha descubierto la relación entre el consumo de proteínas y la mortalidad de personas con ERC lo han realizado conjuntamente la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), IMDEA Alimentación, CIBERESP y el instituto sueco Karolinska y publicado en 'JAMA Network Open'.

La recomendación de consumo de proteína está en 0,8 gramos por kilo, es decir, que si pesas 70 kilos la recomendación serían 56 gramos, pero el estudio ha observado que si la ingesta es mayor a estos valores la mortalidad se reduce, de tal modo que un consumo de 1; 1,2 y 1,4 gramos por kilo se corresponde con una reducción de riesgo de muerte en un 12, 21 y 27 por ciento respectivamente, por lo que, a mayor proteína menor riesgo de muerte.

Las galletas con cereales, no tan saludables.
Las galletas con cereales, no tan saludables. | Pixabay

El estudio

Para determinar la cantidad adecuada de proteínas para estos pacientes han analizado datos de 8.543 personas mayores de España y Suecia. Es importante tener en cuenta que la gente mayor necesita consumir más proteína para mantener su función física, conservar una buena salud y recuperarse de posibles enfermedades.

Para proceder a la investigación han realizado entrevistas y cuestionarios validados, y los han vinculado a los datos de mortalidad que se obtuvieron de registros nacionales de defunciones. Con ello establecieron que tenían relación con la mortalidad la proteína vegetal de cereales, legumbres o frutos secos, y la proteína animal de carne, pescado, lácteos o huevos. Con ello probaron que los beneficios de consumir proteína para pacientes de ERC leves o moderados eran superiores a los perjuicios en cuanto a mortalidad se refiere.

Los beneficios de consumir proteína para estos pacientes podrían ser similares a los de personas que no padecen de ERC, lo contrario a lo recomendado hasta el momento. Pero estos resultados no se sabe si se pueden aplicar a personas que tienen casos graves de ERC.