La investigación, publicada en 'The Journal of Physiology', se centra en la proteína SIRT1, que es un regulador del metabolismo y las respuestas al estrés. La mayoría de los estudios previos ya sugerían que esta proteína juega un papel importante en las patologías relacionadas con la edad.
El nuevo hallazgo vincula el desarrollo de trastornos metabólicos en los menores varones debido a la obesidad en las madres a reducción de los niveles de SIRT1 en estos bebés. Es decir, cuando aumenta el nivel de esta proteína en la descendencia masculina, se detiene el aumento de peso excesivo, se mejora la regulación del azúcar en sangre y se reducen los niveles de grasa en sangre y el hígado de nacidos.
"El control de peso gestacional y las prácticas terapéuticas actuales son ineficaces para prevenir los efectos de la obesidad materna en la próxima generación. Nuestro estudio proporciona evidencia de SIRT1 que contrarresta los trastornos metabólicos en las crías de madres con dietas altas en grasas, lo que lo convierte en un objetivo terapéutico prometedor para los humanos", explica el primer autor del estudio, Long The Nguyen.
Además, se están realizando estudios adicionales que implican una investigación de la descendencia en la edad adulta, y también de sus hijos, para comprender los efectos prolongados e intergeneracionales de la terapia con SIRT1.