En los últimos años, en cuestión de horarios, sueño y niños el tema ha empeorado sobre todo cuando están en edad escolar. Es la lucha de todos los días, a la hora de meterse en la cama siempre el mismo cuento: 'no quiero ir a dormir'.
No obstante, media hora de sueño más o menos es muy significativa: afecta a la hormona del crecimiento y a su desarrollo.
Por eso se lleva al cole un programa interactivo con el objetivo de enseñar a niños entre ocho y diez años lo importante que es dormir diez horas diarias. Les enseñan, por ejemplo, cuál es la luz más adecuada antes del descanso y qué es lo que no hay que hacer.
La lección la saben, pero dos de cada tres chavales de diez a catorce años deciden ellos mismos cuándo se van a la cama. Esta actividad recorrerá decenas de colegios con la intención de repartir dulces sueños.