Cada año, se registran lesiones graves como ahogamientos, traumatismos craneales y lesiones medulares, muchas de las cuales podrían evitarse con precauciones adecuadas.
Imprudencias y Descuido: Principales Causas de Lesiones
La mayoría de las lesiones graves en entornos acuáticos ocurren debido a imprudencias o a la falta de vigilancia, especialmente en el caso de los menores. El descuido, aunque sea por un breve momento, puede tener consecuencias trágicas. Sin embargo, adoptar una conducta segura y seguir las recomendaciones de los expertos puede minimizar estos riesgos considerablemente.
1 .Vigilancia constante de los menores:
Los adultos deben supervisar de cerca a los menores en todo momento, tanto cuando están en el agua como cuando juegan cerca de ella. Es importante recordar que, aunque los socorristas están allí para rescatar en caso de emergencia, la responsabilidad de la vigilancia recae en los adultos a cargo de los niños.
2. Uso de chalecos salvavidas:
Si no sabes nadar, o incluso si sabes, es crucial utilizar un chaleco salvavidas, especialmente cuando se practican deportes náuticos. Este simple dispositivo puede marcar la diferencia entre la seguridad y el peligro.
3 .Zonas vigiladas:
Siempre es recomendable bañarse en zonas donde haya socorristas. Estas áreas están supervisadas por profesionales que pueden intervenir rápidamente en caso de emergencia.
4. Respeto a las banderas y señales:
Las banderas en la playa indican las condiciones del agua. Nunca te bañes cuando haya bandera roja, que indica peligro. Asimismo, sigue siempre las indicaciones de los socorristas.
5. Evita el consumo de alcohol y drogas:
El alcohol y las drogas pueden afectar tu capacidad de reacción y juicio, incrementando el riesgo de accidentes en el agua. Evítalos completamente si planeas nadar o realizar cualquier actividad acuática.
6. Salir del agua si sientes cansancio o frío:
El agua puede agotar tu energía sin que te des cuenta. Si sientes cansancio, frío o si has estado mucho tiempo en el agua, es momento de salir y descansar.
7. Nunca nades solo o de noche:
La compañía es vital cuando se está en el agua. Nadar en compañía no solo es más seguro, sino que también es más divertido. Además, evita nadar de noche, cuando la visibilidad es limitada y los riesgos aumentan.
8. Precaución al bucear o saltar:
Evita bucear o saltar en aguas turbias o desconocidas. Antes de lanzarte, asegúrate de conocer la profundidad del agua para evitar accidentes.
9. Precaución con las corrientes e hinchables:
Las corrientes pueden ser peligrosas, y los hinchables pueden arrastrarte mar adentro. Si te encuentras en una corriente, nada paralelo a la playa y, para no agotarte, hazlo de espaldas, moviendo solo las piernas hasta llegar a la orilla.
10. Seguridad en la piscina:
En las piscinas, es crucial evitar juegos bruscos cerca del borde. Los niños no deben correr, empujarse ni jugar en las áreas peligrosas. Además, asegúrate de que las piscinas estén rodeadas por un vallado perimetral para impedir el acceso de los menores sin vigilancia, especialmente en piscinas privadas e hinchables.
El disfrute del agua durante el verano no tiene por qué estar reñido con la seguridad. Siguiendo estas recomendaciones y manteniendo una conducta responsable, es posible reducir los riesgos y disfrutar plenamente de las actividades acuáticas. Recuerda, la prevención es la clave para evitar tragedias y garantizar que todos tengan un verano seguro y divertido.