Un reciente informe de la ONU revela que la obesidad causa ya los mismos problemas que el hambre. Además, España ya supera a Estados Unidos en índice de obesidad infantil. La obesidad infantil se ha convertido en un problema mundial y es urgente luchar contra ella y concienciar a la sociedad sobre su gravedad.
Pero, ¿qué sucede cuando el niño no come bien, come poco o mucho, sólo lo que le gusta? La psicóloga Ferrerós afirma que muchos niños sufren sobrepeso debido al “sedentarismo y los malos hábitos alimenticios”. La clave es “comer cinco veces al día y escoger alimentos saludables”, señala.
Los padres tienen que recordad que sus hijos "deben comer de todos los grupos alimentarios, hidratos de carbono, verduras, frutas y verduras, pero alternándolos”, dice la psicóloga. ”Hay que buscar una alimentación variada”. Por ejemplo, “si hemos llevado un bocadillo para media mañana, por la tarde le podemos poner una pieza de fruta para merendar”, señala Ferrerós.
El desayuno es la comida más importante del día. Sin embargo, por las prisas, “muchas veces nos lo saltamos”, dice la psicóloga de El Estirón. Aunque, ella considera que “ahora con todas las facilidades existentes no es complicado darle a nuestro hijo un vaso de leche y unos cereales antes de comenzar el día”. “También es imprescindible descansar y dormir las horas suficientes”, a lo que añade que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que los niños -hasta que son adolescentes- duerman al menos 11 horas diarias”, gracias a ello tendrán un mejor rendimiento en su día a día en el colegio.
Un reciente estudio de la Universidad de Granada señala que los niños son menos obesos cuando la madre cocina, pero esto no significa que en los comedores escolares no se controle bien el ámbito nutricional. Lo importante es que los padres ajusten lo que comen sus hijos en el colegio con el menú casero. “La gracia está en combinar, hacer una dieta variada, mediterránea, utilizar el aceite de oliva y buscar alimentos variados y frescos”.
Pero la solución no solo está en mejorar la alimentación, hay que combinarla con el ejercicio. Muchos padres no encuentran tiempo para que sus hijos se muevan, pero hay opciones como ir andando al colegio, subir y bajar escaleras ir al parque que ayudan a que los niños quemen energía.
Por último, la pregunta del millón: las golosinas, ¿sí o no? María Luisa Ferrerós opina que “es mejor dárselas sólo en casos especiales para premiar el buen comportamiento. Además, las frutas pueden ser golosinas”, concluye la psicóloga.