De ese 36,1% que presenta exceso de peso el 15,9% tiene obesidad, un dato que también ha disminuido, dado que en 2019 el porcentaje era de 17,3%. En el caso del sobrepeso el dato es de un 20,2%, frente al 23,3% de antes de la pandemia. Estos datos son del ‘Estudio Aladino 2023’ sobre la alimentación, actividad física, desarrollo infantil y obesidad, realizado por el Observatorio de la Nutrición y de estudio de la Obesidad de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y que fue presentado este miércoles en rueda de prensa por el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, quien estuvo acompañado de la directora general del Injuve, Margarita Guerrero, y la secretaria del observatorio, Cristina Recuero.
Estos datos fueron considerados como una "buenísima noticia” por el titular de Consumo , quien, a su vez, hizo una crítica a que las prevalencias de obesidad y sobrepeso sean “significativamente más altas” en entornos familiares con ingresos brutos inferiores a los 18.000 euros que en las familias con rentas más altas, tachándolo de “inaceptable en una democracia”.
A este respecto, afirmó que es “responsabilidad” de los poderes públicos “garantizar” que el desarrollo de los menores se dé en contextos “seguros, saludables y sostenibles” y puntualizó que “todos los niños, independientemente de los recursos de su familia y del Código Postal en el que nazcan, tienen derecho a una alimentación saludable y de calidad”, al tiempo que resaltó la urgencia de que esta “mejora” en la tasa de obesidad infantil “alcance también a las familias más vulnerables”.
El comedor escolar
En este punto, defendió que la legislación vigente y el modelo basado en la autorregulación de la industria alimentaria “se han demostrado insuficientes” para hacer frente a un “reto como este” y abogó por implementar medidas “decididas y ambiciosas”, convencido de que, para “atajar” la “desigualdad” en la alimentación de los niños, el comedor escolar “debe jugar un papel fundamental”.
Explicó que, en los comedores, se debe educar a los niños para que mantengan una dieta sana y variada, además de incorporarles buenos hábitos, para que los niños los mantengan, además, deben "ser también espacios de garantía de igualdad de oportunidades”. En esta línea, hizo referencia a la tramitación del real decreto de comedores escolares saludables y sostenibles, que, recordó, persigue “abordar de forma integral y efectiva la salud, el bienestar y el derecho a tener una buena vida, independientemente de la familia en la que se haya nacido".
Así, el informe, que comprende una muestra de 12.678 escolares de 296 colegios, confirma, además, que siete de cada diez desayunan todos los días algo más que una bebida y el porcentaje es 17 puntos inferior en el caso de familias con rentas más bajas en comparación a las de rentas altas, con un 61% frente a un 78%, respectivamente. Por su parte, el 45,3% consume fruta y el 23,8% verdura a diario, si bien, según Bustinduy, ese consumo “baja significativamente cuando hablamos de aquellos que vienen de familias con menos recursos”, en las que “hasta cuatro de cada diez no desayunan a diario”.
A su vez, el 3,8% de los escolares toma bebidas azucaradas más de tres días a la semana, ingesta que, denunció el ministro, “se multiplica por más de ocho” en las familias con menores ingresos con relación a las de mayores rentas.
“Por eso, la tramitación del real decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en los centros educativos es tan importante”, justificó, al tiempo que explicó que dicho proyecto, que verá la luz de forma “inminente”, busca “asegurar que al menos esas cinco comidas a la semana presentan un equilibrio suficiente como para garantizar una dieta sana, equilibrada y saludable”.
No obstante, para el ministro, esta iniciativa “no es sólo una cuestión de salud pública y de justicia social, también lo es de sostenibilidad medioambiental y económica”, razón por la cual, con la normativa propuesta, el Gobierno pretende también “favorecer” los productos de temporada y los circuitos cortos “fomentando” que sea la producción de los agricultores “quien aporte la base de esa alimentación saludable en los comedores escolares de nuestro país”.
El uso de pantallas
Por lo que respecta a actividad física y tiempo de pantallas, según el informe, más de siete de cada diez niños en España dedican al menos una hora diaria a jugar activamente y el 81,8% realiza al menos dos horas semanales de actividades extraescolares, si bien la cifra contrasta entre niñas de familias con menor renta, con el 64,2%, con relación a las de familias con mayores ingresos, entre las que el porcentaje asciende al 88,1%.
Asimismo, tres de cada diez escolares están expuestos a más de dos horas diarias de tiempo de pantalla, aunque en el caso de hogares con menor nivel de renta el porcentaje de menores duplica al de los hogares con mayor nivel de renta, con un 41,4% frente al 22,8%, respectivamente.