Los beneficios de la chía se asocian con una mejora de la nutrición y con propiedades buscadas en fármacos para tratar desde el cáncer hasta la hipertensión arterial. Los investigadores confían en que se aumenta el interés por cultivar chía en Oregón, ya que allí el clima es parecido al de Sudamérica, donde se cultiva principalmente.
Se considera que la chía ha recibido menos atención de los científicos que por ejemplo con el arroz, el trigo o el maíz. Todos estos alimentos contribuyeron a la Revolución Verde del siglo pasado que ayudó a salvar millones de vidas por hambrunas. Sin embargo, en los últimos años ha aumentado la demanda de los llamados cultivos huérfanos ricos en nutrientes como la chía, el mijo y el ñame.
Beneficios de las semillas de chía
Las semillas de chía pueden ser pequeñas redondas negras marrones o blancas y tienen un alto contenido en fibra grasas saludables y proteínas. Esto puede ser muy positivo en recetas de batidos yogures avena tortitas y barritas de cereales.
Los ácidos grasos poliinsaturados de la chía pueden mejorar la salud cardiovascular y el colesterol además tienen propiedades anticancerígenas. El alto contenido en fibra ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 2 y a las personas con enfermedades en el tracto gastrointestinal. La chía tiene propiedades antioxidantes antiinflamatorias y antimicrobianas. Cuando se remoja en agua forman un gel que actúa como modificador de la textura, emulsionante, gelificante y agente encapsulante en alimentos cosméticos y productos farmacéuticos.
Es la primera vez que se analiza el genoma de una planta que tenga efectos beneficiosos para la salud humana, pero cuando la proteína de las semillas se digiere en el tracto intestinal estos pequeños biopéptidos se liberan y se absorben en el organismo con propiedades que pueden ayudar a aliviar afecciones como la diabetes tipo 2 y la hipertensión.