Aunque ya se puede disponer de escarola casi en cualquier época del año, sí es cierto que se suele consumir más durante el invierno. Sin duda la lechuga pierde la batalla como ingrediente principal de nuestras ensaladas durante la época más fría del año. La escarola tiene numerosas propiedades y beneficios para nuestra salud, por eso te los contamos.
La Fundación Española de Nutrición (FEN) precisa que la consumían los antiguos romanos, griegos y egipcios, y su introducción en Europa data del siglo XIII. Es una hortaliza típica de Aragón, de temporada invernal por su resistencia a las bajas temperaturas y es en la época fría cuando ofrece mayor calidad.
A nivel de nutrientes es una fuente de minerales y de vitaminas;y aporta mucha fibra.
Alimento apto para las embarazadas
Los nutricionistas destacan entre los minerales su aporte de potasio y hierro; aunque también aluden al contenido, en menor medida, de fósforo y de calcio. Eso sí, advierten que el calcio y el hierro de las hortalizas se asimilan peor al no proceder de una fuente animal, y porque la fibra de la verdura interfiere en su absorción a nivel intestinal.
La presencia en este vegetal de la vitamina C, la vitamina B9 o ácido fólico, la hacen adecuada para las embarazadas. El ácido fólico suele acumularse en las hojas más verdes que normalmente son la externas y aunque son algo más duras, pueden comerse una vez lavadas con agua debajo del grifo.
Desde la FEN subrayan que la escarola contiene también otros principios activos con carácter antioxidante como los flavonoides (miricetina, quercetina, entre otros), además de compuestos fenólicos como los ácidos cafeico y ferúlico. Estos antioxidantes ayudan a inhibir la actividad carcinogénica.
¿Por qué es amarga?
Pero lo más característico de la escarola es su peculiar sabor amargo, este gusto se debe a la intibina. Esta sustancia estimula el apetito, favorece la secreción de jugos gástricos y por tanto la digestión.
La escarola para que sea de calidad debe recogerse en los meses de frío. Desde noviembre hasta febrero aproximadamente es cuando alcanza su óptimo desarrollo y acumula todas sus propiedades nutritivas en los niveles más elevados, aunque puede encontrarse tanto fresca como envasada en todo tipo de superficies comerciales durante todo el año.
Si la compras fresca comprueba que sus hojas estén prietas entre sí, porque si la escarola está muy abierta, o con alguna hoja seca, significa que lleva recolectada desde hace varios días.
Una vez comprada, si es muy grande, lava debajo del grifo solo lo que vayas a consumir e intenta secarla. El resto se puede aguantar 2 o 3 días dentro de la nevera guardado en una bolsa.
A la hora de condimentarla, puedes mezclarla con ajo picado, aceite y vinagre, o también con granada que le aporta un toque dulce que contrasta el amargor de la hortaliza. Y aunque es menos conocido también se puede consumir en sopas.