1. El desayuno es la comida más importante del día y ayuda a regular el apetito.

Si no se desayuna, lo normal es que el niño tenga hambre por la mañana y termine picoteando alimentos con alto contenido en grasas, que son además los más perjudiciales para si salud. Además, con el desayuno aumenta la concentración y la memoria, indispensables para una jornada de colegio.

2. Evitar los bollos para merendar

La bollería tiene demasidas grasas saturadas, además de aditivos, potenciadores del sobrepeso infantil. Lo ideal para tomar a la hora de la merienda es la fruta. Manzanas, peras, plátanos... ¡Que elija lo que más le gusta!

3. Infórmate de los alimentos que toma en el colegio

Es importante conocer cómo son los menús escolares para poder completar su alimentación en casa. La pirámida de la alimentación es una guía magnífica para saber los nutrientes de cada alimento.

4. Evita las comidas precocinadas o rápidas

Recurrir a alimentos ya preparados es muy común cuando no tenemos tiempo para hacer comidas. Debemos tener en cuenta que estos alimentos suelen ser muy energéticos y contienen gran cantidad de grasas y proteínas, que aumentan enfermedades cardiovasculares.

Seguir unos hábitos de vida saludables es clave para que los niños crezcan sanos y fuertes, así que no lo olvides: los padres son el mejor ejemplo. ¡Enséñale a comer adecuadamente!