Proteger a los niños del abundancia de sodio puede ser esencial para cuidar su salud, tanto la actual como la futura. Además, si se consume de una forma abundante, podría repercutir en la aparición de enfermedades cardiovasculares o problemas de obesidad o de sobrepeso.

En Estados Unidos, el 90% de los niños con edades comprendidas entre los 6 y 18 años consume demasiado sodio, situación que puede ser bastante parecida en España, si consideramos que, de media, los adultos tienen una ingesta de 3,5 gramos diarios.

Por todo ello, desde El Estirón recomendamos...

1) Cambiar  los cereales de desayuno que concentran demasiado sodio por cereales naturales como la avena, la quinoa, el arroz u otros que puedan mezclarse o cocinarse con leche u otra bebida.
2) Reducir las comidas fuera de casa, ya que las preparaciones que podemos adquirir en un restaurante siempre tienen más sal y por lo tanto, más sodio que las que elaboramos en casa.
3) Limitar el consumo de alimentos precocidos o procesados, por ejemplo, fiambres, galletas, snacks comerciales, sopas listas para consumir, sándwiches o hamburguesas.
4) Moderar la utilización de aderezos al cocinar o para condimentar platos, ya que todas las opciones suelen concentrar demasiado sodio en su composición.
5) Buscar alternativas con menor sodio o reducidas en sodio observando el etiquetado.
6) Escoger ingredientes frescos y naturales para los platos que cocinamos.
7) Intentar disminuir el agregado de sal a las comidas para que el paladar de los niños se acostumbre a menos sodio. Un truco es sustituir la sal por hierbas, condimentos y especias varias.
8) Priorizar la ingesta de agua o eventualmente, de zumos naturales.