Por ello, considera vital respetar el ritmo natural del organismo e ingerir los alimentos cuando el cuerpo se encuentre más preparado para asimilarlos, una disciplina que se la conoce como 'crononutrición'. "La razón es que los procesos biológicos varían radicalmente durante el día y la noche, y nuestro cuerpo responde de distinto modo a la asimilación de alimentos dependiendo de la hora a la que los consumamos", precisa la FEC.
¿Cuándo engorda más una rosquilla?, ¿por la mañana o por la noche? "Seguramente nuestra primera reacción sería contestar que da igual, que un dulce aportará las mismas calorías independientemente de la hora a la que lo degustemos. Y si esta fuera una pregunta de trivial habríamos perdido", matiza la FEC.
Según argumenta, el organismo cambia a lo largo del día, y por eso dormimos por la noche, los infartos ocurren con mayor frecuencia por la mañana o una copa de vino produce mayores niveles de alcoholemia por la mañana que por la tarde. "Todo depende de nuestro reloj interno que regula, entre otras cosas, la producción de enzimas y hormonas y condiciona a su vez el efecto que producen los alimentos según la hora del día a la que los consumamos", señala.