"Creo que la ciudadanía le da poca importancia al arbolado, sobre todo con la función que cumplen para la salud de todos nosotros", dice Mariano. "Lo fundamental es elegir bien el árbol, haciendo que sea adecuado a cada calle de la ciudad", asegura. Si se plantan árboles demasiado grandes en calles pequeñas, los trabajos de conservación van a requerir podar, algo que no es bueno para el árbol. "No tiene sentido plantar un plátano de 30 diámetros de diámetro copa en una calle que mide treinta metros", dice. Además, explica que los árboles mayores absorben unas 300 veces más de contaminación que los pequeños.
En la actualidad, se está haciendo una ampliación de la línea 11 del Metro de Madrid que afecta a siete zonas verdes y, por tanto, se están talando muchos árboles. Una lucha por la que Susana de la Higuera, portavoz de la Asociación Pasillo Verde Imperial se ha mantenido firma. "Había un proyecto con el que estábamos de acuerdo para ampliar esta línea de metro, que implicaba inicialmente una tala de 79 árboles más o menos y unos 10.000 metros cuadrados de zonas verdes. Al cambiar el proyecto, se disparaba el daño medioambiental, entonces en vez de 79 árboles se iban a talar 1.027 y se iban a afectar unas 63.000 metros cuadrados de zonas verdes".
Los vecinos han empezado a movilizarse en masa consiguiendo impedir la tala de casi 400 árboles. Susana asegura que empezaron a unirse vecinos y asociaciones de familias de colegios ya que, claramente, las zonas verdes son de todos "los árboles, las zonas verdes... las utilizamos niños, familias, personas mayores... nos sentimos todos muy agredidos por este cambio en el proyecto. Hemos estado un año de movilizaciones que nos han llevado hasta Europa porque estas obras cuentan con financiación europea. Consideramos que se han vulnerado normas medioambientales del banco de inversiones". El pacto verde Europeo apuesta por la plantación de 3.000 millones de árboles y la Ley de Restauración de la Naturaleza propone aumentar la presencia de zonas verdes urbanas para 2040.
Finalmente, se consideró que era preferible cortar árboles a cortar el tráfico, una de las mayores irregularidades que destaca Susana. Hasta ahora, han conseguido que se modifique el proyecto y se han salvado unos 400 o 523 talas teniendo en cuenta que los trasplantes de árboles ofrecen poca garantía de supervivencia tal y como lo están haciendo. Mariano, por otro lado, lo califica de 'falta de planificación general' que obliga a que unos elementos dentro de la ciudad como son los árboles no tengan una legislación concreta para su protección, al igual que existe para los edificios, los árboles son elementos esenciales para la salud ciudadana. "Hay una conciencia de que algo más hay que hacer, y sin embargo, a la hora de construir infraestructuras como el metro, no se tienen en cuenta.", dice Susana. Hay cosas que han fallado en este proyecto que habrá que corregir. Preguntamos a Mariano por un árbol que sea resistente y que se adapte a todos los climas, "según las predicciones de AEMET tenemos uno ya, el plátano de paseo". Este tipo de árbol no va a sufrir demasiado pero asegura que sería conveniente buscar nuevas especies.