En solo diez años, la pérdida de la capa de hielo y los glaciares de las islas Queen Elizabeth, en Canadá ha aumentado en un 900%, pasando de un promedio de tres gigatoneladas al año a 30 gigatoneladas, según resultados publicados por un grupo de glaciólogos de la Universidad de California Irvine en la revista 'Enviromental Research Letters'.
La pérdida de este hielo ha contribuido al cambio en el nivel del mar, que aumenta a un ritmo imparable. Esto ha hecho que esta zona se convierta en un contribuyente importante al cambio del nivel del mar, puesto que tiene el 25% del hielo de todo el Ártico, la segunda fuente después de Groenlandia.
Los efectos que provocaron esta gran pérdida de hielo hasta 2005 habían sido los iceberg desgajados desde los frentes de los glaciares hacia el océano, que representan el 52%; y la fusión de las superficies de los glaciares expuestos al aire, que representan el 48%.
Pero, a partir de entonces, a medida que las temperaturas atmosféricas han aumentado, la superficie derretida ahora representa el 90%.
"En los últimos años, hemos identificado el escurrimiento de agua de deshielo como el principal contribuyente a la pérdida de masa de estos campos de hielo. Con el calentamiento continuo, sostenido y rápido del alto Ártico, es probable que continúe la pérdida de masa del área de islas Queen Elizabeth en las próximas décadas", ha concluido Romain Millan, autor principal del artículo.
Para solucionar este problema, algunos científicos ya han propuesto algunas medidas, como un grupo de investigadores de la Universidad de Arizona que han diseñado un proyecto en el que diez millones de bombas eólicas pueden contribuir a volver a congelar el Ártico.
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