Los últimos datos de los niveles de yodo registrados en la baja estratosfera en zonas tropicales y templadas serían responsables de hasta un 32% de la pérdida de la capa de ozono mediada por halógenos. Esto superaría la contribución del cloro (28%) y casi alcanzaría la del bromo (40%).
La mayoría de las investigaciones sobre la química de halógenos, es decir, sobre los elementos del grupo 17 de la tabla periódica (cloro, flúor, bromo, yodo, astato y teneso) entre los 10 y 40 kilómetros de altura en la atmósfera, se habían centrado tan solo en el cloro y el bromo como los principales compuestos causantes de la destrucción de la capa de ozono.
Sin embargo, resultados de esta investigación demuestran la importancia de considerar la química del yodo como otro compuesto que influye de forma muy notable. Sus emisiones tienen un gran impacto en tanto en la troposfera como en la estratosfera. Y se espera que aumenten sus efectos hasta superar en un futuro a las fuentes cloradas y bromadas.
Además, el estudio señala que la fuente de yodo, que ha sido incluida por la acción del ser humano, se propaga desde los océanos hasta la atmósfera. Aquí puede llegar a darse un vínculo entre la calidad del aire superficial, la perdida de ozono y la diferencia entre la insolación absorbida por la Tierra y la energía irradiada, llamada forzamiento radiativo.
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