WWF y también desde 'Hazte Eco' queremos concienciar sobre este grave problema que cobra una gran importancia durante los meses de verano. 

Cada verano, los incendios forestales vuelven a despertar la alarma social mientrasdevoran nuestros bosques, arrasan el medio rural y ponen en peligro vidas humanas. 

Los 11 Grandes incendios forestales de 2015 sólo han supuesto un 0,16% del total de siniestros, pero han devorado un 60% de la superficie total afectada. Aunque en la última década se han reducido  el número y la superficie afectada por incendios, es importante advertir de que la virulencia e intensidad de los grandes incendios forestales no deja de crecer. 

Para WWF, la única forma de cambiar esta tendencia es que las administraciones apuesten por una prevención activa y real y la recuperación de los usos y aprovechamientos de los montes.    

"Millones de hectáreas de monte que fueron transformados a mediados del siglo XX para realizar aprovechamientos como la extracción de madera o resina llevan décadas abandonados, sin ningún tipo de gestión que controle la acumulación de combustible y muy alejados de lo que es un bosque natural, más resistente al paso del fuego", ha explicado la portavoz de incendios forestales de WWF España, Lourdes Hernández. 

Cuando prende la llama en uno de estos montes y se dan las condiciones meteorológicas propicias para su propagación (la regla del 30/30/30: humedad relativa de menos de un 30%, temperatura superior a 30º, y vientos de más de 30 km/h), se producen grandes incendios forestales de una virulencia extrema, ingobernables e incontrolables pese a la profesionalidad de los medios de extinción.

Por todo ello, WWF lanzó este verano una campaña '#STOPincendio' para pedir a las administraciones que apuesten por la prevención de los grandes incendios forestales. Por ello, es crucial que se identifiquen las zonas con mayor riesgo de sufrir estos siniestros, tal y como obliga la ley. 

También es necesario y fundamental que se desarrollen políticas que promuevan la gestión de los bosques, la puesta en marcha de programas de intervención social en regiones de gran incidencia de incendios y la recuperación de los usos de los montes, para que dejen de ser tan vulnerables al azote del fuego.