El trabajo llama la atención sobre la brecha ("Mind the gap") identificada entre las cuotas de captura asignadas y el volumen de venta en los principales mercados del mundo de atún del Atlántico oriental y el Mediterráneo. Considera el atún como el "oro rojo" del mar.
Entre 1998 y 2010 se capturaron 395.554tm de atún rojo y se comercializaron 490.000, una diferencia (98.250tm) que, según el autor del informe, Roberto Mielgo Bregazzi, "no ha hecho más que crecer desde 2004".
Las cuotas, que dicta anualmente la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), se fijaron en 2009 en 21.780tm y en 13.525 para 2010, pero las indagaciones de Mielgo constataron que durante esos dos años se llegó a vender hasta 70.646tm, un 100% por encima de los límites de captura.
Para su análisis, que califica como "riguroso, pero conservador", el experto cotejó los documentos de exportación oficiales, los registros de capturas y los informes por países del ICCAT en busca del atún pescado en exceso.
Todos los datos procesados se convirtieron a peso total en el momento de la captura y se aplicaron factores de conversión (de entre uno y dos años) para tomar en cuenta el engorde de los ejemplares de granja y se evitó el doble cómputo utilizando solo información comercial relativa a la importación, exportación y re exportación final de atún, no productos elaborados, explicó Mielgo, que aún así reconoce un margen de error de entre el 5 y 8%.
"Con ese índice de equivocación por lo complejo del mercado y aún con una horquilla de error del 15-14% (siete para arriba o siete para abajo), esta es una información que hay que tener en cuenta", dijo a EFEverde sobre su trabajo, encargado por el equipo de Medio Ambiente de PEW, que lo entregará esta semana al ICCAT.
"La sostenibilidad del atún rojo depende de la voluntad de los países"
El asesor y estratega político, Rémi Parmentier, que aboga por la divulgación del estudio, declaró que "la sostenibilidad del atún rojo del Atlántico pende de la voluntad política de los países. Todo el mundo reconoce y sabe que hay pesca ilegal y que la falta de control pone en peligro la especie".
Si era difícil hasta ahora encontrar pruebas, "este es el momento de actuar", enfatizó Parmentier, seguro de que PEW aporta argumentos "que va a ser muy difícil desatender".
La tecnología permite ya una trazabilidad total y en tiempo real del proceso de pesca del atún, desde su captura hasta el consumidor. Ya no hay excusas, subrayó el activista que ha puesto su nombre al lado de la investigación que leerán primero los "G-4" del ICCAT, como los llamó por su peso, Canadá, EEUU, Japón y la Unión Europea, reunidos en Ottawa.
"No podemos confiar en que nuestros líderes atiendan con responsabilidad retos más difíciles como el Cambio Climático o la actual crisis financiera si no son capaces de resolver este problema para el que aportamos soluciones simples. Hay que pedir responsabilidades", insistió Rémi Parmentier, que se define, con gusto, como un "agitador".
Campaña 2012
"Para la campaña 2012 ya deberíamos contar con un sistema electrónico de registro de capturas y comercio. No esperamos nada menos", aseguró y recordó que en el ICCAT, cuyo trabajo es "conservar" el atún del Atlántico oriental está formado por los países y sus gobiernos, que se deben a la gente "a cada uno de nosotros".De cara a la próxima valoración del "stock" del atún, prevista para 2012, (la última se realizó en 2008), Parmentier recordó los planteamientos de grupos ecologistas y ONGs que aspiran a la prohibición total de pesca en las zonas de desove y la pesca de cerco de la que se alimentan las granjas.
Según Parmentier, el sistema de control electrónico que se recomienda asegura una transparencia a la que no se puede negar nadie.