Una foto y unas gafas de realidad virtual son el punto de partida de este recorrido espacial y temporal de la exposición del Real Círculo Artístico de Barcelona.
La acción empieza en 2038, cuando Violeta tiene 20 años, en una cueva glaciar del Ártico, donde el usuario será testigo del deshielo y podrá vivir la experiencia sensorial de sentir el frío y tocar el hielo. Pero cuando realmente el visitante sentirá de cerca los efectos del cambio climático será en 2068 y en un espacio muy familiar: la plaza España de Barcelona.
Allí se podrá ver una ciudad inundada por la que, en vez de coches, pasarán barcos que navegan por los canales que antes fueron calles. Pero la panorámica no durará mucho: una voz en off le pedirá que abandone el espacio antes de que una nueva tormenta asuele la ciudad.
"Hay que ver qué te puede afectar directamente", afirma el comisario de la exposición, Manuel Cermerón, algo que el visitante podrá comprobar de nuevo en 2093 en el que un día fue el embalse de La Baells, ahora un espacio donde notar la incomodidad del calor excesivo y donde los efectos del cambio climático, que ha dejado completamente seco un lugar antiguamente ocupado por agua, canoas y familias divirtiéndose, son más devastadores que nunca.
Una Violeta de 75 años ya envejecida se disculpará ante los visitantes que ocupan su calurosa casa por no poder ofrecerles ni siquiera un vaso de agua. "Hay que esperar 9 horas para tener acceso al grifo y 5 para poder poner en marcha el aire acondicionado", alerta la anciana. "Será mejor que os vayáis, este calor me deja muy cansada" serán las palabras que usará Violeta, sentada en una silla, para despedir a los visitantes, quienes, si el objetivo de 'The Zone of Hope' cala en ellos, saldrán con "un sentimiento de necesidad de cambio y de la urgencia de actuar".
Esta experiencia sensorial pretende, según Cermerón, "divulgar la necesidad de pasar a la acción, porque cuando nos hablan de 2050 aún lo vemos muy lejos". Para ello, a pesar del sentimiento de futuro devastador que presenta el recorrido, la exposición acaba con una muestra audiovisual, con los mensajes de personalidades como Barack Obama, el Dalai Lama o Leonardo DiCaprio, para transmitir un mensaje de esperanza, y de ahí el nombre de la muestra.